En cualquier época del año, el paseo por Coimbra es agradable por su suave clima y, especialmente, durante el curso escolar que cobra vida con los universitarios que llenan calles y bares. La ciudad posee dos zonas la Alta y la Baixa.
En la primera se localiza la Velha Universidade, es la Universidad más antigua del Portugal y una de las más viejas de Europa, es visitable y se aloja en un antiguo palacio real, el Paço das Escolas, destaca entre sus edificios una torre con reloj que llaman A Cabra, merece la pena ver la Biblioteca Joanina.
Desde esta zona se obtienen unas estupendas vistas de la ciudad. Puedes subir en autobús, gran parte de la ciudad es peatonal así que olvídate del coche y callejea.
En la Baixa está el centro comercial, en la zona encuentras tiendecitas de objetos antiguos y detalles que recuerdan la vida rural del portugués. En esta ciudad de casas de colores derramadas en la colina, bastantes edificios evidencian su importancia en otro tiempo.
La Iglesia de Sao Tiago con su interior barroco,
la Sé Velha, que es la única catedral románica que se conserva en Portugal, con aspecto de fortaleza, almenada y maciza, tiene un retablo gótico en su interior.
el Arco de Almedina, puerta principal de la ciudad medieval y unión entre la Baixa y la Alta,
el Convento de Sta. Clara del s. X, situado al otro lado del río Mondego, fuera del recinto amurallado, la Catedral Nueva o Sé Nova, que se comenzó a construir en el s. XVI,
y varias iglesias más que encuentras salpicadas por la estrechas calles del casco histórico.
Si vas con niños puedes visitar el parque Portugal dos Pequenitos, un mundo a su medida, es una representación en miniatura de los edificios más emblemáticos de la ciudad y del país.
Esta visita la puedes organizar para un día bien aprovechado, si dispones de poco tiempo o si vas de paso por la zona, como fue mi caso.
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