La Fervenza do Ézaro

  

   La Cascada de Ézaro (en gallego, Fervenza do Ézaro) se encuentra en la desembocadura del Río Xallas, entre Dumbría y Carnota, en la provincia de La Coruña, la costa gallega en todo su recorrido nos ofrece un espectáculo para disfrutarlo, pero en concreto la Costa da Morte nos dejará sin respiración.




   En la Parroquia de Ézaro se da un hecho único en el sur de Europa, el Río Xallas vierte sus aguas directamente al mar en forma de cascada con una caída de aproximadamente 40 metros.



    El salto se encuentra escondido en una especie de pequeña bahía, protegiéndose así del bravío Atlántico, en el último tramo el río tiene un desnivel de casi 200 metros.
   En todo su curso existen tres embalses que contienen sus aguas que, hace unos años se liberaban dando vida a la cascada sólo puntualmente, circunstancia que gracias a protestas ecologistas se consiguió erradicar y ya fluye durante todo el año continuamente.






   Existe un Centro de Interpretación de la Electricidad en la antigua Fábrica de la Luz, con un  museo relativo a la transformación de la energía y la electricidad. Hasta llegar a la cascada, un recorrido de unos cinco minutos a pie por una pasarela de madera, vamos apreciando en distintos puntos del trayecto la belleza del salto de agua.

     



  Al final, una pequeña grada donde sentarse a escuchar y presenciar, en las noches de verano y algunas otras fechas, el espectáculo de luces de colores que van transformando la cascada. Sobretodo en verano hay que estar un rato antes porque suele tener bastante asistencia de turistas y se suele agotar el aparcamiento disponible en el embarcadero cercano al centro de interpretación.


   A unos dos kilómetros de la cascada por una empinada carretera, está el Miradoiro do Ézaro con unas impresionantes vistas sobre el Atlántico, las Islas Lobeiras, el Monte Pindo con su ladera granítica y el Cabo Fisterra, que regala unos atardeceres de infarto.



 
  Desde aquí no se ve la escondida cascada (las escaleras que encontramos solo llevan a un depósito y tubos de la central hidroeléctrica), pero se divisa la Presa de Santa Uxía, la última que contiene al río y las fotos desde este punto merecen la pena.