De vuelta al paraíso verde, Asturias, encontré el Bosque de Muniellos, ese lugar donde el hombre no existe, el mayor robledal de España morada de árboles infinitos con troncos de diámetros imposibles, hayas y abedules, acebos y tejos, hongos y líquenes, cientos de especies de setas, distintos ecosistemas con una diversidad vegetal y animal de las más ricas de Europa. El verde lo envuelve todo, la lluvia omnipresente se ocupa de mantener la vida y sólo 20 personas al día pueden...
gozar del privilegio de pisar su suelo cubierto de hojas de diferentes tonalidades, aquí eres solo un invitado, este es el dominio de la naturaleza, ella es la que marca las normas, reconocerás las estaciones por sus colores, por sus hojas, por el canto de los pájaros, por el frescor del agua. Muéstrate agradecido con tan amable anfitrión, cierra los ojos y siente la atracción de la tierra, déjate llevar por las sensaciones que te dejarán una huella inolvidable de esta unión con el bosque virgen asturiano.
El Bosque de Muniellos situado en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, es Reserva Natural Integral, Reserva de la Biosfera por la UNESCO y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Al tratarse de una zona de especial protección ambiental, el número de visitantes está restringido a 20 por día, deben estar autorizados, en esta página tienes toda la información http:/www.muniellos.es. La reserva la integran tres montes con diferentes cuencas hidrográficas: Valdebois, Muniellos y Viliella.
Existe un centro de recepción, la Casa del Guarda, en Tablizas, aquí comprobarán tu reserva y te indicarán las rutas que puedes realizar en tu visita, te explicarán la longitud de cada una y las características del terreno para que elijas la más adecuada a tu preparación física.
Las rutas comienzan en este centro y llegan hasta las lagunas, prepárate pues tan solo comenzar el sendero sentirás que te adentras en un mundo mágico donde seres mitológicos habitan con toda seguridad, en este entorno no puede ser de otra manera, y así lo sentirás, siguiendo el curso del río una sucesión de valles, subidas y bajadas entre una densa vegetación, robles de un porte magestuoso, un paseo sobre una mullida alfombra de hojas ocres, troncos huecos y cubiertos de musgo, el canturreo del agua saltando por encima de las piedras, un simpático mirlo acuático que sorprende saliendo del agua, la presencia escondida del oso pardo, corzos, jabalís o rebecos, conocedores de los lugares por donde la presencia humana asoma, los sonidos de multitud de pajarillos, el pito negro, camachuelos, agateadores, el correteo de la frecuente perdiz pardilla o el urogallo que tiene aquí su población más estable de toda la zona norte peninsular.
El sendero llega hasta las lagunas de origen glaciar en el Pico de la Candanosa a 1.400 m. de altitud, que rodeadas de montañas reflejan las tonalidades del bosque en sus aguas y desde donde apreciarás unas vistas espectaculares del anfiteatro natural que es el monte de Muniellos.
Este bosque es considerado el más puro de Europa, el mejor conservado, gracias a su difícil accesibilidad para disponer de su madera y a su especial protección ambiental, naturaleza virgen en su máxima expresión constituye la más densa masa forestal asturiana.
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